miércoles, 20 de diciembre de 2017

Hijos del desamparo











Había soportado el largo viaje, la soledad, la prepotencia de los hombres que compraban su cuerpo; pero aquella noche, los árboles perdían sus hojas lentamente. Llegaba el invierno. Pensó en la habitación helada donde vivía, en las horas de espera a la intemperie... Se estremeció y deseó que alguien la quisiera y la abrazara de verdad.

Entonces, otro hombre compró el derecho a tener su cuerpo y con él aumentó su desamparo.  


No hay comentarios: